En 2025 iniciamos un ciclo de conversatorios en torno a las posibilidades y desafíos que nos traen las herramientas de inteligencia artificial generativa. El segundo encuentro sucedió el 13 de noviembre, de forma virtual. Así pudimos reunir a Gladys Fernández, doctoranda e investigadora en la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP) y miembro del Laboratorio de Inteligencias Artificiales aplicado a Humanidades y Ciencias Sociales (LIAS), y a David Coronel, programador, educador y cofundador de LAIA, a pesar de los 400 kilómetros que separan las ciudades en las que viven; y también dialogar con otras personas -profesionales, estudiantes y entusiastas de la interacción entre tecnología y educación- dispersas por distintos puntos del país, como Rosario o Córdoba.
Tras una presentación general de Clarisa Vittoni por parte de LAIA y Mariana Ferrarelli como curadora del ciclo de conversatorios, Marcela Basch presentó algunas preguntas disparadoras. Uno de los ejes que se abordaron fue cómo avanzar hacia la democratización de las herramientas de IA buscando la soberanía tecnológica.
David Coronel enfatizó la necesidad de hablar de “inteligencias artificiales”, en plural, y de avanzar hacia la democratización participando. Destacó que las tradiciones del software libre tienen mucho que aportar.
En ese marco, Gladys Fernández presentó las características de Humabot, un bot elaborado por el LIAS para dar soporte administrativo a miles de estudiantes de carreras a distancia de la Facultad de Humanidades de la UNMDP. Se habló del rol estratégico de la universidad pública en producir tecnologías que respondan a necesidades “reales, locales y colectivas”.
Como ejemplo de un uso de la IA diferente al chat conversacional acostumbrado, David Coronel contó parte del proceso de creación de Calíope, la interfaz desarrollada por LAIA, que busca inspirar la escritura haciendo preguntas, en lugar de escribir.
Se habló también de la tensión entre los tiempos de la innovación tecnológica, siempre asociada a la velocidad, y los de la construcción de conocimiento de la universidad, que exige reflexión crítica y pausa. Se señaló que esta tensión se manifiesta cuando los repositorios de acceso abierto, que reúnen y ponen a disposición conocimiento construido gracias a la financiación estatal, son indiscriminadamente “escrapeados” por las grandes empresas tecnológicas, que extraen beneficios económicos que no vuelven a las universidades.
Otros tramos de la conversación se dedicaron a compartir mejores prácticas de uso de la IA generativa en el aula, en lugar de intentar evitarla. Como siempre cuando se habla de IA, se llegó a la reflexión filosófica sobre las distintas formas de hibridación humano-máquina, que nos llevan a preguntarnos qué es escribir, e incluso qué es educar: dónde está el valor humano que no puede ser reemplazado.
Finalmente, se mencionó la necesidad de seguir trabajando en proyectos de tecnologías situadas y apropiadas, como LATAM GPT, que entrena modelos con corpus obtenidos éticamente y con consentimiento explícito. Tras una charla muy rica, donde participó entre otros el especialista Aníbal Rossi, de la Universidad Nacional de Rosario, quedó flotando en el aire la última frase: ante una tecnología que puede resulta abrumadora, la mejor respuesta es armar equipos.
Aquí el video completo del conversatorio: